Ha llegado ya el
buen tiempo a pesar de haber empezado la primavera con mucho frío.
Teniendo las
colmenas Perone repartidas por diversas zonas de Cataluña, es el momento de
vivir la experiencia en primera persona.
En Esterri d’Aneu,
un pequeño pueblo de los Pirineos de Lleida, a unos mil metros de altura, hemos
colocado diez colmenas. Cinco en un prado, tres en otro prado donde tendrán que
convivir con burros, una en un apiario de un buen amigo y una colmena
cazaenjambres que irá cambiando de sitio.
Este fin de semana
hemos llenado la primera colmena Perone con un enjambre que encontramos en
Barcelona. La introducción del enjambre en nuestra colmena se hizo de noche,
con lo que el proceso fue de lo más sencillo.
Otra experimento que
tenemos en marcha ha sido poner una colmena Dadant en pleno funcionamiento con
nuestras Perone vacías. La idea es que cuando enjambren, tengamos posibilidades
de que nos llenen una o más cajas.
Puesto que esta
colmena se ha movido una distancia inferior a los dos kilómetros, hemos dejado
la colmena cazaenjambres en el antiguo lugar de la Dadant. De esta manera, en
caso de que las abejas volvieran a su anterior ubicación, no quedarían a la
intemperie. Riki, nuestro colega apicultor, nos mantendrá informados.
Dos meses atrás se
plantó esparceta en uno de los prados y parece que está empezando a salir. La
esparceta es regeneradora de la fertilidad del suelo por su capacidad de fijación
del nitrógeno del aire, lo que le permite prescindir de los abonos nitrogenados
y enriquecer el suelo.
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